Cuando Dos “Subs“ son Mejor que Uno
Si eres experto en sistemas de audio High End, ya lo sabes, si vas empezando en esto del sonido surround velo contemplando casi como un mandamiento: es necesario poner dos subwoofers en tu sala de entretenimiento ó sala de cine, en casa, ya sea para escuchar música o para ver películas.
Como siempre, el espacio es un compromiso casi en cualquier casa. Es preferible tener dos subwoofers pequeños a uno grande. Ahora que si las posibilidades lo permiten y el lugar lo amerita, tener cuatro subwoofers es un sueño dorado. Y no se trata de algo caprichoso, está comprobado con estudios acústicos profundos de empresas serias.
¿Por qué dos subs?
En la gran mayoría de los casos, nuestros sistemas de audio, video o de música están ubicados en una sala compartida, un lugar donde también hay videojuegos y donde recibimos a los amigos para tomar una copa, ver el fútbol o donde nos apoltronamos en el sofá para leer un buen libro. Muy poca gente es tan afortunada para tener una habitación dedicada como salón de escucha crítica o como un verdadero cine en casa.
Es así que un subwoofer siempre va a competir contra la estética y la decoración de un lugar. Seamos honestos a casi nadie le gusta tener una enorme caja negra a la mitad de la sala. Un gran subwoofer es un impacto visual demasiado grande, en cambio dos subwoofers pequeños bien ubicados y calibrados pueden ofrecer un similar desempeño, mucho menor impacto visual y caben en diversas ubicaciones en la sala sin estorbar demasiado.
Aún cuando se coloque adecuadamente, un solo subwoofer no ofrecerá una respuesta de frecuencia óptima en todas las áreas de una habitación. La idea de un solo subwoofer funciona, si sólo tendremos un sillón, un espectador y un sweet spot.
Un subwoofer tiene un “patrón modal único” (onda estacionarias con “picos y valles”) y una respuesta de frecuencia asociada un punto de escucha. La mayoría de las veces, al moverse del famoso “sweet spot” la percepción de los graves será peor: enmudecida, exagerada o descontrolada. Al ubicar a conciencia dos subwoofers, sus respectivos patrones modales se traspalarán, lo que incrementará la densidad modal en la habitación, el resultado es una respuesta de frecuencia más consistente en más posiciones dentro del cuarto y no sólo en un solo “sweet spot” y menos problemas de picos (sonido exagerados) y valles (sonidos enmudecidos).
Dos subwoofers además trabajan más holgados, entregan mayor rango dinámico y reducen la compresión de salida, generan menos distorsión. Investigaciones apuntan que incluso cuatro subwoofers hacen mejor trabajo que dos. Con su consecuente costo económico y mayor impacto visual.
Pero incluso hay otra razón para usar dos subwoofer, sobre todo para quienes tienen sistemas de música estéreo. Es bien conocido que nuestro oído no puede distinguir la dirección del grave muy profundo (menor a 50 Hz), en cambio somos muy susceptibles a escuchar diferencias en fase entre dos canales; en las grabaciones estéreo la información de graves fuera de fase será sumada (será convertirá en cero) si la enviamos a un solo subwoofer. Con dos subs, cualquier información sonora de graves fuera de fase (en una grabacion estéreo acústica) será reproducida apropiadamente en todo su esplendor, añadiendo cuerpo, amplitud y profundidad a la música. Si sumamos el grave a una señal monoaural y la enviamos a un solo sub, toda la información fuera de fase se cancela y por lo tanto tendremos una caída drástica en la percepción de los graves.
Finalmente recordemos que toda señal tiene una frecuencia armónica (una especie de eco multiplicador en frecuencia); así, aunque no podamos distinguir la localización de una señal pura de 40 Hz, siempre existen frecuencias armónicas de mayor frecuencia normalmente asociadas como distorsión y que sí son perceptibles por nuestro oído (80, 160 Hz).
Lo que tratamos es de obtener es un sonido homogéneo y no un boom de graves localizado en un punto especifico de nuestro cuarto.
¿Dónde ubicarlos?
En este aspecto se trata mucho de experimentación, aunque los expertos apuntan a tres posiciones iniciales para ubicar dos subwoofers:
1. En las esquinas de la pared frontal; despegados al menos 15 cm de la pared.
2. Dividir la pared frontal en 3 tantos y ubicar cada sub en los dos puntos centrales de esa división
3. A mitad de la pared frontal y a mitad de la pared trasera
Conexión básica
Actualmente muchos de los nuevos receptores de audio, video surround ya ofrecen dos salidas para subwoofers, en el caso que no se cuente con esas dos salidas discretas marcadas como subwooofer out (o LFE) habría que añadir una “Y” que divide una señal monoaural en dos señales vía RCA.
En el caso de los preamplificadores estéreo o amplificadores integrados de dos canales, bastará conectarlos a la salida de pre-out estéreo. Amplificadores o receptores estéreo muy viejos no tienen salida pre-out, aquí será necesario comprar subwoofers que tengan entrada de bocinas (high level), de tal manera que del amplificador se mandan cables de bocinas al sub y del sub se envían cables de bocinas hacia los satélites (con lo que resulta mucho más complicada la instalación).
Recomendaciones
Por experiencia, es mejor ubicar el control de frecuencia del sub lo más bajo posible, entre 40 y 50 HZ, evidentemente cuando tenemos bocinas satélites de mediana y alta calidad. Entre más subamos la frecuencia de corte del sub (60-80-100 Hz) tendremos muchos más problemas de resonancias con los materiales y muebles de una habitación.
Este es apenas un documento básico sobre subwoofers, hay mucho más por experimentar y aprender, afortunadamente existe mucha información en la web, aunque siempre la primera recomendación será consultar a los verdaderos expertos e instaladores profesionales.
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