Todo lo que debes saber sobre Bocinas para tu Sistema Estéreo

A decir de algunos expertos, las bocinas son el componente más importante de un buen sistema musical; otros dice que toda la cadena tiene el mismo peso. Conoce todo lo que debes saber sobre bocinas para tu sistema estéreo.

Los altavoces se presentan en una gran variedad de estilos, formas y tamaños; por lo tanto, determinar qué bocinas funcionan mejor depende tanto de su gusto personal como del tamaño y la distribución de su sala y de su presupuesto. Sin embargo, hay algunas directrices generales al considerar los altavoces.

El tamaño y la distribución de la sala serán un factor clave en la selección de las cajas acústicas. ¿Es una sala grande con capacidad para altavoces apoyados en el suelo (torres o floorstanding)? ¿O es un pequeño sistema de dormitorio en el que puede encajar mejor un par de bocinas montadas sobre una estantería (tipo librero o bookshelf)? ¿O tal vez la sala o la preferencia es para bocinas empotrables en la pared o en el techo?

Independientemente de qué tipo de altavoz escoja, tiene una importancia crítica que sus bocinas y el amplificador de potencia estén bien adaptados, ya que un sistema mal adaptado al final puede dar como resultado daños en los altavoces y el amplificador.

La primera cosa a considerar al adaptar las bocinas al amplificador es la impedancia. La mayoría de las cajas acústicas tendrán un valor nominal entre 4 y 8 ohms (Ω). Cuanto más baja es la impedancia, más difícil es enviar potencia al altavoz y más intensamente tiene que funcionar el amplificador para emitir sonido. Al adaptar una bocina a un amplificador de potencia, la impedancia media (nominal) de las bocinas no debe ser inferior a la impedancia mínima especificada para el amplificador.

Otro factor importante es la potencia recomendada para los altavoces. Esta cifra es normalmente un wattaje (rango de potencia) o un margen de watts que se considera la cantidad de potencia que las bocinas pueden soportar durante un período de tiempo.

En un escenario ideal, la potencia de salida continua del amplificador debe ser igual o superior a la potencia recomendada de las bocinas. ¿Por qué superior? Porque de hecho es más fácil dañar el altavoz con un amplificador con una potencia demasiado baja que ocasiona distorsión que con una que tiene más potencia que la requerida por el altavoz. Sin embargo, debe aplicarse siempre el sentido común; si las bocinas están claramente funcionando forzadas, baje el volumen.

La cantidad de potencia que realmente necesita el altavoz dependerá de cómo va a utilizarse el altavoz y del tamaño de la sala; en términos generales, el valor superior de la potencia de los altavoces es para las bocinas sonando a altos niveles en una sala grande, donde el valor más bajo se consideraría la cantidad mínima de potencia necesaria para obtener un volumen moderado en una sala pequeña.

Finalmente la sensibilidad (loudspeaker sensitivity) es un factor muy importante. Es un dato técnico que nos dice cuanto nivel de presión sonora (SPL) es capaz de emitir una bocina cuando se le aplica cierta potencia. O dicho de otra manera la habilidad de una bocina de convertir potencia en sonido. Normalmente se especifica en dB´s por watt a un metro; por ejemplo 87 dB @1watt@1metro, lo cual sería una medida para una caja acústica medianamente eficiente.

En otro post aclararemos todo el asunto de dB´s, el umbral auditivo, los niveles de presión sonora comunes en nuestra vida diaria y más; por ahora sólo diremos que para subir 3 dB´s tenemos que incrementar el doble de potencia.

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