Las barras de sonido se han convertido en un suceso para los fabricantes de bocinas y en una solución ad-hoc para los aficionados que desean calidad de sonido para su TV sin complicaciones, en un mundo donde cada vez se está buscando la simplicidad.

Las soundbar surgieron como una necesidad para entregar un volumen mínimo adecuado para las televisiones ultra delgadas que en pos de su estética sacrificaron por completo el tamaño y la calidad de sus componentes de audio.

En México existen soundbars que pueden costar 2 mil pesos o 2 mil dólares. Como siempre el presupuesto marca la tendencia y define las propiedades de cada cliente.

Pero ¿Qué es una soundbar?

Se trata de una caja acústica horizontal de bajo perfil que incluye dos o tres canales de audio o incluso la emulación de un sonido surround a partir de múltiples bocinas. Un soundbar ya incluye toda la amplificación necesaria, así como conectividad analógica o digital y el procesamiento necesario para sonorizar una habitación pequeña o mediana.

Más grandes en todos los sentidos resultan las denominadas soundbase que como su nombre lo indica son bases robustas capaz de soportar todo el peso de una televisión. Su gabinete al ser más grande le permite tener drivers de mayor tamaño (por ende generan mayores graves), contradictoriamente esa característica de las soundbase es su principal limitante: son poco agraciadas en diseño y muy estorbosas.

Hay que ser claros desde el principio: una soundbar no genera la calidad de sonido ni la envolvencia de un cine en casa conformado por componentes. Quien diga lo contrario te está engañando. Pero eso no quita que sean una excelente solución para recámaras, oficinas, bibliotecas o pequeños espacios, incluso en áreas corporativas.

Las soundbars de calidad emplean drivers por cada canal lo que se traduce en inteligibilidad en los diálogos, claridad en todas las frecuencias y menor distorsión, amplificadores digitales potentes, procesadores DSP que simulan de mejor manera el sonido surround y gabinetes optimizados acústicamente para entregar graves más profundos y controlados

Aquí 7 buenas ideas para comprar una soundbar que te haga feliz:

1. El soundbar debe tener una longitud igual o menor al ancho de tu televisión. De otra manera -si la soundbar es más grande- tendrás una solución poco estética.

2. Ten en cuenta que hay soundbars de 2 o 3 canales y unos pocos de 5 y hasta 7 canales. La sensación de surround depende mucho si realmente tienes una habitación cerrada (con paredes laterales simétricas), de otra manera el efecto de envolvencia se desvanece.

3. Muchos soundbars se venden con subwoofer inalámbrico incluido, otras marcas no lo adjuntan. La mejor recomendación es sumar un subwoofer activo. Aunque ciertas firmas te digan que no lo necesitarás, es un enorme cambio a los oídos. Considéralo casi obligatorio.

4. La conectividad mínima es una entrada óptica digital (Toslink) y una entrada analógica (normalmente miniplug de ⅛” o 3.5 mm). La conexión más sencilla es mandar un cable de audio óptico de la salida de la televisión a la entrada de la soundbar. Algunas barras de sonido también incluyen una o varias entradas y una salida HDMI, esto facilita la puesta en marcha de todo el sistema.

5. Cada vez es más común que las barras de sonido incluyan conexiones inalámbricas vía Bluetooth o WiFi, esto les permite fungir como sistema de sonido para los archivos de audio almacenados en un smartphone o poder escuchar servicios de streaming como Spotify, Deezer o Apple Music. Además al enlazarse a redes, es posible manejar y configurar la soundbar desde una app para iOS o Android. 

6. Las barras de sonido están indicadas para ubicarse en un soporte a pared o colocada por encima de una credenza y abajo de la televisión. Hay que tener cuidado de que no obstruya el sensor de IR (infrarrojos) de la TV.

7. Pocas soundbars incluyen control remoto, pues se trata que puedan gobernarse desde el control remoto de cualquier televisión o mediante la ya mencionada app.

Una soundbar es una buena idea para quien quiere mejorar drásticamente el pobre sonido de una televisión plana, es una solución intermedia que si bien no puede compararse con un sistema de AV surround con un receptor y varias bocinas, resulta ideal para quien tiene espacio o presupuesto comprometido.